miércoles, 8 de mayo de 2013

Una historia de muerte materna


Aún se siguen muriendo mujeres a causa de problemas relacionados con el embarazo y parto; la muerte materna es un tema pendiente en la agenda de la salud de las mujeres.

La mortalidad materna es la principal causa de muerte entre mujeres en edad reproductiva a nivel global, señala el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA);  es decir, más de mil 500 mujeres y niñas mueren cada día a causa de complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto; lo que se traduce en cerca de 550 mil muertes cada año.

En México, precisa el organismo internacional, es menos común en las localidades más desarrolladas. Sin embargo, en las poblaciones más pobres y con una alta proporción de población indígena, sigue siendo un fenómeno frecuente. El principal obstáculo es la falta de acceso de las embarazadas a una atención de calidad antes, durante y después del parto.

Y no obstante que la Organización Mundial de la Salud se propone reducir la mortalidad materna en el mundo, a través de los Objetivos de Desarrollo del Milenio,  los avances son muy lentos.

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) son ocho objetivos que los Estados Miembros de las Naciones Unidas se han comprometido a tratar de alcanzar para el año 2015.

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio en este rubro consisten en mejorar la salud materna y reducir la mortalidad en tres cuartas partes entre 1990 y 2015 y lograr, para 2015, el acceso universal a la salud reproductiva. Pero, los progresos realizados hasta ahora en la reducción de la mortalidad materna y la prestación de servicios de planificación familiar en los países en desarrollo han sido demasiado lentos para que se puedan alcanzar las metas en el plazo previsto. Así lo refiere la OMS.

Una historia real
A propósito de este tema, Mariana García, usuaria de Twitter con la cuenta @Marianagarciamp compartió en la red social una narración al respecto. La historia de un taxista padre de familia quien perdió a su  hija de 17 años a causa de un embarazo que no recibió la atención adecuada.


Por Mariana García
@Marianagarciamp
Esta mañana salí corriendo de casa y cómo todos los días pasé por mi café y mi jugo de naranja. Hoy andaba un poco floja (lo admito) y le hice la parada a un taxi. Me subí y cómo toda persona pues saludé al señor. El señor se veía cómo de 65 años, una frente llena de arrugas y quemado por el sol.  Le pedí que por favor me llevara a tal dirección, allá por los rumbos de la Condesa. Me dijo que “con gusto señorita”. Era muy amable el señor pero se le notaba algo raro, traía una de esas “caras” que pocas veces he visto en mis 28 años. Sin embargo yo venía ocupada con mi café, mi jugo, checando correos y Twitter y no pensé más de eso.

En un semáforo el señor de nuevo empieza a hablarme. Tenía una voz muy sería, muy llena de dolor, una voz que me cautivó. Le puse atención. Se sobaba y se sobaba la cabeza. Le pregunté que ¿que tenía?. Me dijo que un terrible dolor de cabeza. Me preguntó si sabía yo qué se podía tomar para que se le quitara. Le sugerí tomarse dos pastillas de paracetamol. Y ya entre small talk el señor me contó que la razón por lo cual tenía semejante dolor de cabeza era porque no había dormido casi toda la noche. Yo la verdad asumí que había sido por lo de Pemex (fue justo el día después de la explosión de Pemex).

Me platicó que su hija se había puesto mala. La chica (de 17 años) tenía 8 meses de embarazo y toda la familia estaban esperando felizmente al bebé. “Ya ve señorita, un bebé siempre es una bendición y donde comemos 6 comerán 7″. Veníamos platicando. Me contó que el bebé había fallecido en útero y que cuando llegaron al hospital su hija traía unos dolores de estomago terribles. Me dijo que la habían internado y que se habían dado cuenta que el bebé tenía varios días de muerto. Más bien, el bebé ya estaba pudriéndose en su panzita.

Me quedé pensando en su hija. Una niña de 17 años embarazada. Sin trabajo, sin nada. Me platicó el señor que el chavo, el padre de dicho bebé, se había largado al momento de saber del embarazo. Que ella se la pasaba en casa llorando por él. Que no iba seguido a sus consultas en el seguro popular. Que no sabía que tenía que estar al pendiente del movimiento del bebé en su panza.  ¿Me pregunto si hubiera hecho una diferencia si hubiera ido a todas sus consultas? ¿Se hubiera salvado el bebé?

Íbamos pasando Parque Delta cuando finalmente entendí algo. No sólo había fallecido el bebé que llevaba su hija en el vientre sino que la hija también falleció a causa de la infección provocada por el bebé muerto.

Quedé asombrada. Debo admitir que el tema de mi tesis fue Salud Materna y para mi estar confrontada con mi primera muerte materna   fue algo impresionante. Le pregunté al señor donde se había atendido su hija y me contó que en un hospital público. Anoté el nombre con la intención de posteriormente investigar si efectivamente la muerte de su hija fuese contabilizada como muerte materna.

Llegamos a mi trabajo. Me quedé en el taxi con el señor terminando de platicar con él. Se puso a llorar, contándome que tenían que juntar 7 mil pesos para el servicio funerario y que el iba a trabajar lo más posible ese día para ver cuanto juntaba. Me platicó que su esposa estaba tratando de juntar dinero entre todos los vecinos. Entre los dos esperaban juntar lo suficiente y sí no iban a tener que ir a pedir prestado en un PrestaMax. Sentí feo porque sé lo que significaría para una familia así tener que pagar una deuda a una de estas empresas. Me dijo que su esposa estaba muy enojada con el por haberse ido a trabajar como sin nada. Me dijo que no era así. Él se sentía roto. Ella era su única hija.

Le dije que me esperara un momento. Me metí a la oficina y saque dos paracetamol. Regresé, le dí las pastillas y 300 pesos. No es mucho pero por lo que había pasado ese pobre señor sentí que era lo mínimo que podía hacer.

Se fue y nunca más supe de él. Espero pudo darle a su hija su funeral. Espero no terminó totalmente des-balanceado económicamente. Espero pudo tener tiempo para llorar su perdida.

No puedo creer que estamos en el 2013 y aún hay mujeres muriendo en México (y más en un lugar como Cd. de México). Muriendo durante el embarazo, por falta de información, por falta de conocimiento, por situación de pobreza, por lo que sea...



Fuentes consultadas: 
Fondo de Población de las Naciones Unidas:  http://www.unfpa.org.mx/#
Organización Mundial de la Salud: http://www.who.int/es/
Observatorio de Mortalidad Materna México: http://www.omm.org.mx/

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