jueves, 8 de abril de 2010

Hombres: ser proveedores y fallar les causa estrés


El estrés es el motor que nos impulsa a desempeñar las actividades de la vida cotidiana. La personalidad de cada individuo permite manejar adecuadamente los niveles de estrés cuando éstos se incrementan a causa de situaciones específicas. Sin embargo, hay personas a las que les es difícil manejar los desafíos de todos los días y, por lo consiguiente el exceso de estrés puede provocar que se sienta incapaz de lidiar con todo esto y caer en una fase depresiva, por lo que el estrés es un factor desencadenante de la depresión.

La psicoanalista Liliana Gómez Sorchini, integrante de la Sociedad Psicoanalítica de México, considera que no hay una edad, ni género que presente mayor incidencia por depresión. “Se piensa que las mujeres son más propensas a la depresión, sin embargo, no está comprobado. Lo que pasa es que la mayoría de los pacientes que acuden a tratamiento psicológico para atender diversos problemas emocionales son mujeres”.

Explica que en su experiencia clínica, 8 de cada 10 personas que acuden a atención son mujeres.La depresión y los problemas de pareja son dos de las causas más frecuentes para solicitar tratamiento, asevera.

El papel de proveedores, causa de estrés

Pero los hombres no se escapan del estrés y, por ende, de la depresión; la Dra. Gómez Sorchini explica que en la actualidad el sector masculino se ve presionado por el papel de proveedor que tiene en la sociedad.

“En la actualidad el dinero se ha vuelto sumamente importante y, para los hombres, el conseguirlo se ha vuelto muy estresante. El no contar con dinero les genera demasiada ansiedad: no cumplir “correctamente” el papel de provisor, dejar a su familia sin sustento representa una situación que afecta enormemente su ego y autoestima, les pega muchísimo.”.

Todas estas circunstancias, agrega la especialista, podrían ser desencadenantes para la depresión.

La masculinidad ¿en entredicho?

Otro factor que presiona a los hombres es que con tal de mantener su masculinidad se quedan con todos los problemas, pensando que solos tienen que solucionarlos. Algo que puede ayudarlos es compartir, desahogarse, tratar de solucionar el factor económico con la pareja y, en el caso que sean el único sustento, buscar actividades que les ayuden a sacar la tensión: hacer ejercicio, distracciones, etc. En caso de que se vuelva una situación de mucha ansiedad o estrés que ya no puedan controlar, entonces lo más recomendable es que acudan a un especialista, señala la Dra. Gómez Sorchini.

El estrés y la salud

Además, cuando la angustia económica se convierte en una preocupación recurrente, puede provocar otro tipo de síntomas en el organismo como úlceras, gastritis, migraña crónica, problemas en la piel como dermatitis o trastorno del sueño, entre otros.

Hay que estar atento a los síntomas y no olvidar que en cualquier momento uno se puede acercar a tratamiento psicológico. Está al alcance de todos y cualquier persona lo puede necesitar. Es mejor prevenir y llegar a tiempo, puntualiza la especialista.

Identidad masculina y alteraciones emocionales

Los estereotipos de género también afectan la salud emocional de los hombres. En este gráfico se muestran los factores que causan altos niveles de angustia y estrés en el sector masculino.

Reconocimiento

Necesidad de reconocimiento social, siempre en disputa.

Competencia

Condiciones de vida que los impulsa a la competencia y la demostración constante de virilidad.

No mostrar su vulnerabilidad

Barreras culturales para enfrentar pérdidas, derrotas y vulnerabilidades.

Independencia

Una identidad que se sustenta en formas de relación basadas en la separación e independencia.

Violencia

La violencia como recurso legítimo para dirimir diferencias.

Poder

El cuerpo vinculado a la sexualidad, la reproducción y sus posibilidades de poder.

El escape

La huida y el escape como estrategias de afrontamiento.

No expresan sentimientos

Se les enseña a estar orgullosos de no mostrarse asustados, no expresar sentimientos de vulnerabilidad, no necesitar demasiado a los demás.

Emociones reprimidas

Aprenden a distanciarse de tal manera de su vida emocional, que se vuelven incapaces de reconocer ciertos sentimientos aun cuando los experimenten y, por tanto, cuentan con pocas herramientas emocionales para superar sus limitaciones.

Control

Se relacionan con las mujeres bajo la necesidad de control, el temor de ser atrapados o manipulados por ellas y el miedo a no ser suficiente hombre.

Fuente: Panorama de la salud mental en las mujeres y los hombres mexicanos, Instituto Nacional de las Mujeres, 2004.

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